domingo, 12 de diciembre de 2010

soñando despierta 2

- Pues, creo que puedo quedarme aquí por un tiempo.- Exclame sonriéndole, sentí como estaba a punto de desmayarme.
El aun sonriéndome se acerco a mí y se sentó a mi lado viendo la hermosa luna. Lo mire cautelosa para que no se diera cuenta y me perdí en su figura.
- Es hermosa.- Dijo suspirando, refiriéndose a la luna. Y yo de lo descuidada que era le respondí:
- Si, eres hermoso.- De pronto me di cuenta de lo que acababa de decir y toda mi cara se convirtió en un tomate y comencé a lanzar mil escusas mientras que el se reía.
- Creo que ha sido un poco incomodo, pero no me molesta. Muchas gracias Lina. Nunca olvidare la cara que pusiste.- ¡No podía creerlo! Yo solo me decía ¿Por qué a mí?
Nos quedamos mucho tiempo en silencio mientras que la noche se convertía helada y la luna cada vez se ubicaba mas y mas arriba. Sin poder evitarlo mi cuerpo se estremeció.
- Está haciendo mucho frio, lo lamento, mejor entramos.- El se levanto y se deshizo de su chaqueta colocándola sobre mis hombros, tenía un olor delicioso.
- No, no te preocupes por mí, quédate con tu chaqueta por favor.- Le dije quitándome lentamente la chaqueta. Y él me sonrió como siempre.
- Quédatela, harías feliz a una persona.- Mis mejillas se tornaron rojizas. Y la sonrisa de él creció.- Entremos.
Caminamos atravesando el hermoso jardín del palacio para poder volver a la fiesta de graduación. Las flores me sonreían y cantaban todas con un mismo tono. Todas estaban elegantes mostrando sus mejores pétalos. Llegamos a un punto del jardín donde el camino se dividía en dos, un camino largo para entrar al salón y un camino corto y sorpresivamente el me cogió suavemente el brazo y me llevo por el largo. Parecía todo un sueño hecho realidad porque los árboles y plantas con flores se juntaban en lo alto haciendo parecer como si se estuviese dentro de una hermosa capilla de plantas. Y aunque esto era muy hermoso no pude evitar sentirme triste porque ya no estaba viendo la luna.
Caminamos cuando de pronto el se detuvo. Se acerco muy lentamente a mí y me arrincono contra un hermoso árbol. Se acerco y se acerco hasta que pude sentir su aliento fresco sobre mi cara. Su mirada estaba fija en mis ojos y en ese momento deje de pensar.
Sus manos  empezaron a buscar algo al frente de ellas, mi cuerpo. Me acaricio los muslos y la cadera y en ese mismo instante llevado por el deseo nos besamos como nunca habíamos besado a otra persona. Al principio fue un beso tierno pero luego cuando cogimos confianza nos apodero un sentimiento brusco. Nuestros cuerpos se buscaban entre ellos. Cada vez estábamos más cerca hasta que ya no pudimos más y nuestras manos acariciaron el cuerpo del otro.
El me levanto del suelo con su extremada fuerza y mis piernas se entrelazaron por su cintura. Sentí que nadie nunca nos hiba a poder separar y que el único testigo que teníamos de nuestro amor era la luna.
Yo aun amarrada a él sentí como el avanzaba hasta que se interno en una parte del jardín que parecía un bosque y allí me coloco en el suelo desasiéndose de su camisa.
- Te amo Lina, nunca me dejes.- Murmuro respirando irregularmente y me volvió a besar desenfrenadamente por lo que no le pude contestar. Me subió el vestido dejando ver mis desnudas piernas y se volvió a pegar lo máximo que pudo su cuerpo.
Estábamos a punto de perder el control por completo cuando escuchamos los pasos de alguien que se acercaba. Pensamos que no era nada y seguimos pero escuchamos cada vez los pasos con mas claridad y me obligue a detener a mi amado que me había comenzado a besar el cuello.
- Espera.- Murmure. El se detuvo un poco molesto y escuchamos. Si, eran pasos. Mis manos buscaron mi vestido y lo volvieron a colocar como estaba antes mientras que el se colocaba nuevamente su camisa pero desabotonada.
- ¿Hay alguien ahí?- Escuchamos la voz de la directora. Mierda. Nos miramos a los ojos alarmados y sin pensarlo dos veces recogimos lo más rápido que pudimos nuestras cosas y corrimos. En una ocasión me resbale pero el evito a que me hiriera. Corrimos y corrimos y en un momento una risa se apodero de nuestros cuerpos, no podíamos dejar de reír y sin darnos cuenta fue de esa manera que entramos al salón.
Todos estaban en silencio haciendo el brindis y nosotros habíamos entrado a carcajadas.
El tenia todo su cabello revuelto de manera desordenada, su camisa seguía abierta, su pantalón se le notaba escurrido y su chaqueta la llevaba cogida en su mano derecha, en cambio yo también estaba terrible. Mi vestido se había roto por una rama, mi tacón derecho ya no existía, la mitad de mi cabello se encontraba revuelto y suelto mientras que la otra mitad seguía cogido de la moña pero se veía como si un trol me hubiera peinado.
Todos nos voltearon a ver y hubo muchas exclamaciones de sorpresa de muchos tipos. Unas de vergüenza, otras, por parte de los hombres hacia mí, de lujuria, otras por parte de los hombres hacia él, diciéndole que tenia buena suerte, otras, por parte de mujeres hacia él, que tenían la baba chorreando y otras de mujeres hacia mi muertas de los celos.
El y yo nos miramos y salimos rápido de allí pero no corriendo. Lo último que vi en ese lugar fue la hermosa luna acompañando su sonrisa con la nuestra.
Bueno, esta historia de amor en mi opinión no fue tan mala. Pero hay muchas opiniones en todo el mundo. Lo que quería hacer con esta nueva historia era mostrar todas las cosas que les pasa a los enamorados.
1.       Pierden el control sobre !TODO!
2.        Actúan como llevados por la marihuana
3.       No existe el razonamiento
4.       Se vuelven atontados
5.       Olvidan todo para hacer feliz a su pareja
6.       La pareja puede que no las quiera y sin embargo se le brinda todo a la pareja.
7.       Comienzan a hablar como estúpidos, como si nunca les hubieran enseñado a hablar.
8.       Los apodos: ¿Por qué no se pueden llamar por sus nombres?
Yo creo que si alguna vez me vuelvo a enamorar en mi vida esa relación sería muy extraña.
J

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