sábado, 11 de diciembre de 2010

pesadilla de nuevo 2

y cuando me llego al cuello el liquido me llevo con él. Subí y subí con el liquido, no me detenía, por un momento deje de mover mi cuerpo para no ahogarme en eses aguas turbulentas y pensé ¿Qué pasara si esto tiene algún techo? Me resigne a la idea, gire mi cabeza a ambos lados pero seguía viendo oscuridad, lo único que resaltaba de ese lugar era el suave resplandor que tenia este liquido medio viscoso. ESTOY ABURRIDA, YA QUIERO SALIR DE AQUÍ, logre murmurar tratando de no tragar nada del líquido. Mis lágrimas resbalaron de mis ojos.
Grite, moví todo mi cuerpo y justo cuando ya me estaba dejando morir prendieron una luz muy intensa, tuve que tapar mis ojos para no sufrir ningún daño pero luego me acostumbre y mire horrorizada donde me encontraba.
Sangre, todo era sangre, de mi garganta salió un estremecedor grito junto con mas lagrimas por parte de mis ojos. ¿Qué ESTA PASANDO? No..., no... No quiero morir, no de esta manera.
Al murmurar eso de pronto la sangre se calmo y no se movió, sentí como de este horrible liquido salía un hedor insoportable. No podía respirar, de un momento a otro sentí que algo me estaba tocando la pierna suavemente y recordé a quien estaba buscando es ese lugar.
- ¿Amor?- Pregunte yo un poco asustada y esperanzada.- Bebe, ¿qué haces?
Toque lo que me acariciaba la pierna y lo extraje de la sangre, en ese momento no te muchas cosas, la primera era que lo que estaba sosteniendo con las manos pesaba muy poco y la segunda era que la sangre se había empezado a coagular rápidamente, ahora no podía mover muy bien mis extremidades.
Mis brazos jalaron hacia arriba pero cuando logre sacarlos encontré algo espeluznante, lo que estaba entre mis manos no era mi amor, era únicamente su brazo.
Llore, el miedo me invadió, nunca pensé sentir algo de esta manera, distintas extremidades empezaron a salir a la superficie hasta que ya no pudieron subir más por la extensa capa de carne que se hallaba en lo más arriba del liquido. En ese momento quise morirme, no podía soportar más, trate de separar la carne de mi cuerpo pero era inútil, igual que la sangre, se había apoderado de todo.
Llore desconsolada cuando de pronto sentí que algo volvía a tocar mi pierna, pero esta vez en vez de quedarse quieto me jalo hacia ese fondo. A máxima velocidad me hundí hasta al fondo,  pero no era la única que se movía, la sangre y los pedazos de carne seguían mi mismo camino, el fondo que nunca lo halle hasta que me desperté con un grito.
Mis ojos se abrieron alarmantes, tenía una respiración muy irregular y de un momento a otro escuche lo que mas temía: La voz de mi profesora.
- ¡Señorita Lina! ¿Le parece mi clase terrorífica o aburrida?
Todas las del salón rieron y mi cara torno a un color rojizo.
¿Cómo me pudo llegar a pasar esto?

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